Un libro, mil recuerdos

Recuerdo todos los momentos.

Recuerdo porque no estás.

Ahora sólo puedo hacer eso, recordar.

Recordar es como abrir un libro de fotos, llenas de notas.

Cada página te trae de nuevo; lo hace intensamente.

Desde el viaje o antes, o después... hasta hoy.

Desde tu risa (creo que amo tu sonrisa, amo verte feliz aunque sólo sea un instante),

tus palabras, tus mensajes,

tus besos, tu perfume; hasta tus ojos profundos, infintos.

Te veo sin que estés;

te leo, sin que las letras formen palabras;

te siento sin que me toques.

Mientras te alejás, se acerca la tristeza.

Ambas, sin perder la cadencia... con andar cansino.
Vos, tan linda, tan hermosa; bonita mía (ya no más)...
Ella, tan cruel, tan presente, tan cercana.
Mis abrazos quedaron vacíos, mi boca seca.
Mis ojos ciegos.
Intento pasar de página,
no tiene sentido, todo trata de vos.
Trato de cerrar el libro, o destruirlo...
no puedo, no existe.
Pero existe dentro mío, por eso te recuerdo.

Lluvia

En el patio llueve dulcemente...
Lo hace de manera natural, espontánea.
Se dá porque se presentan las condiciones.
No se busca, no se fuerza, sólo pasa.
Adentro, en dos metros cuadrados, tormenta.
Se dá, no se busca, no se planea.
Las nubes cubren todo,
también la oscuridad.
Todo es confusión.
Sentir el mismo vértigo de las gotas de lluvia al condensarse.
Ser libre un instante.
Jugar a ser otros, transgredir.
Cruzar la linea establecida por Alguien,
separse del yo que prohibe.
De pronto, los rayos iluminan todo y
el estruendo tormentoso de la conciencia nos llena de miedo como cuando niños.
El viento furioso nos devuelve a donde pertenecemos.
Adolecemos por dentro...
no podemos, no debemos.
Afuera llueve...
en la habitación, la tormenta cesa.
Dentro del alma, un huracan.
Nuevamente, la despedida.
El mismo abrazo, el mismo suspiro,
la misma mirada, el mismo silencio, el mismo beso,
las mismas palabras: "te quiero"; pero más profundas.

Cuarenta minutos

Nos cansamos de pensar,
actuamos en consecuencia.
Nos fundimos en un beso,
como queriendo quitarnos la sed.
Sensaciones y pensamientos que quiero recordar las grabo a fuego,
al igual que tu boca, que me marca para siempre.
Me rodeas con tus brazos, como copiando mi gesto hacia vos.
El tiempo se detiene, aunque pasa más rápido...
una eternidad con vos no me conforma, mucho menos cuarenta minutos.
Tú piel tiene el aroma de la tierra húmeda, me gusta sentirlo.
Te recorro sin un mapa, errante, perdido.
Tus ojos se cierran, para mirar más allá.
Hablamos el mismo idioma,
el de los suspiros y resoplos. Nos decimos todo de esa manera.
Me preguntas si te quiero. Pensé que lo sabias...
insisto; no me cansa decirlo. Lo repito, como queriendo que no dudes más.
Carpe diem, racionalismo; deber y querer;
lo bueno, lo malo; los valores propios y extraños.
Todo eso se hace uno, y crea algo que no podemos describir.
Algo te hace reaccinar, no se que es...
-"Estaba ida" . Eso decís mientras tus ojos se abren para ver la oscuridad.

Disperso.

En el papel un mar de letras...
Trato de juntarlas y formar palabras, no puedo.
Sólo veo cuatro letras, miles de ellas.
Una palabra se repite infinidad de veces...tu nombre.
Te mezclás entre mis fórmulas de física.
El salón silencioso, iluminado..
ideal para estudiar.
Escucho un ritmo marcado por las yemas de mis dedos.
Sobre la mesa, los libros y cuadernos propios y extraños.
Frente a mi una mujer..."Quisiera que seas vos".
Miro con los ojos perdidos al vacío, a la nada...
En el fondo del túnel estas vos.
Pienso: Cómo te quiero!
Al parecer, te llamo con el silencio de mis palabras.
Leo: "...te quiero abrazar justo ahora".
Con palabras casi sin sonido,
ahogado por permanecer tanto tiempo callado
digo: "Yo también...".

La espera

Te espero frente al monitor,
no se si vas a llegar, pero te espero.
Espero que tomes una dirección.
Espero que no retrocedas, que no tengas miedo,
que te sientas segura. Pero ello ya no depende de mi,
aunque me gustaría.
Espero ayudarte a enfrentar los gigantes que te atemorizan, espero que quieras enfrentarlos.
Espero que no huyas de lo que sentís, espero que no seas esa que no querés ser.
Siempre decis: "no existen ganas disponibles para ser lo que otro egoístamente espera."
Espero que seas vos...Espero.

Sueños Felices(?)

"Cuando sueño y no pienso, y estoy con vos, estoy en paz."
Me gustaría vivir uno de esos sueños, para estar en paz junto a vos.
Me encantaría que podamos disfrutar de nuestros sueños; pero no podemos vivir en sueños.
Es imposible que durmamos para siempre, es imposible que nuestras mentes entren en simbiosis, para que podamos hacer de nuestros sueños una película feliz y sin final.
Al fin y al cabo son sueños, y nosotros reales.
Debemos vivir en la realidad, no podemos escapar de ella. Pero ello no significa resignar nuestros sueños felices.
Significa despertar y tomar la decisión de hacerlos realidad.
-" Soñé que caminábamos juntos, de la mano", te dije.
Entonces, despertá, despertemos y tomémonos de las manos.
Si son lindos los sueños, ¿cuánto más disfrutaremos la realidad?
Los sueños felices no existen, porque la felicidad que en ellos sentimos no es real, un espejismo.
La única manera de materializar esa felicidad irreal (de ensueño) es despertar, para hacerlo realidad.
sólo así seremos felices de verdad, cumpliendo lo soñado, haciéndolo real.

El Viaje

Te veo como un fuerte abandonado, impenetrable, frágil.
Nos hamacamos, y reímos como niños...callamos, reímos nuevamente.
Nos miramos a través de espejos propios, cómplices de las travesuras; reímos...
- "Disfrutá el momento", seguro eso pensamos.
El camino se despliega delante nuestro, infinito.
La sol se apaga, el cielo se tiñe con tonos cálidos.
El día se va, la noche vuelve una vez más.
Intercambiamos palabras, nos descubrimos. Hace mucho te veo, hoy te conozco.
Me paro bajo el dintel como pidiendo permiso, me dejás pasar la puerta de tu alma.
Te veo nuevamente, más fuerte, más frágil.
Decidimos confiar; nos despojarnos de lo que parecía, para quedar con lo que realmente es.
No nos vemos de la misma manera, ni peores, ni mejores; sólo distintos.