martes, 31 de mayo de 2011

Guerra

Quiero salirme de mi,
de lo que soy, de lo que me rodea.
La asfixia es inaguantable, inagotable...
Vibro como cristales a punto de estallar.
Mi alma hace resonar mi cuerpo como con sonidos de guerra,
como un ejercito de millares de hombres que se acercan a la cuidad para citiarla.

La capitulación se vuelve cada vez mas real,
"rendición", se desprende de mi.
Las saetas cubren el cielo para volverme en tinieblas.
Pierdo los sentidos, uno por vez.
Pierdo la fuerza, la esperanza,
pierdo el amor.
Los gritos me paralizan,
el miedo me asecha...y yo, casi entregado, pienso en lo único que me puede salvar,
lo único que quiero...

Los tambores se apagan, los soldados marchan lejos...
el sonido de espadas se acalla...
La furia cede, pero no hay paz.
Por fuera la cuidad tiene sus murallas intactas, no hay rastro de lucha;
por dentro, solo queda el frio, la destruccion,
el dolor, el silencio, las heridas y la muerte.

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